martes, 10 de julio de 2012

ACONTECE ASÍ, ENAMORADOS
Los enamorados
que ahora se besan,
todavía no saben
que tendrán
que separarse muy pronto.
Los enamorados
que aún no se han encontrado,
ignoran
que pronto creerán
haberse hallado
para todos los tiempos.
Pobres
los que ya se encontraron,
ahora tendrán
que separarse.
Pobres
los que aún no se han hallado,
ahora tendrán
que continuar esperando.
Otto René Castillo
"El sabor de la sal"
UN HOMBRE EN EL ESPEJO
Salgo a la calle
y la gente me mira con ojos distraídos
como se mira a un perro vagabundo
nadie se da cuenta que me estoy desangrando
que me arranco por dentro
no ahuyento ni a los niños que juegan en los parques
ni a los viejos jubilados
ni siquiera a sus bandadas de pájaros hambrientos
no obstante
cuando estoy a solas en mi cuarto
y me miro al espejo
no veo más que este rostro angustiado
perennemente comido por el miedo
y me espanto yo mismo / me doy tristeza
de verme reducido a ésta máscara de eterno penitente
pobre de luis
dice mi boca dentro del espejo
pobre de luis que soñó con transformar el mundo
a la medida de sus tribulaciones / que vivió su tragedia
anónima y vulgar
pobre de luis tan hondamente hastiado
de ocultar torpemente su torpeza / su papel
de contrito
pobre de luis
que redujo el amor a cenizas
de sábanas y carne / que buscó entre sus piernas
la linterna de diógenes
pobre
dice la mueca glacial en el espejo
esa voz que no me pertenece que se burla de mí
con mis palabras
yo para consolarme me maldigo
me crucifico y me niego tres veces
al final me arrepiento
me coloco de nuevo mi máscara de culpa
luego salgo a la calle
destilando pavor
y aguardo a que los ojos me miren aterrados
a que la gente evite pasar a mi costado
a que se eleven bíblicamente
cientos / miles de brazos
y me señalen acusatoriamente
pero no ocurre nada / ni siquiera les sorprende mi cara
de extranjero / mi hablar solo
mis lunares
cómo no ven este rostro llagado / esta mueca en la boca
esta cojera obscena que me deforma el cuerpo
estoy seguro que todos disimulan
por piedad
que fingen no sentir este dolor a cadáver
que desprendo
sin embargo
yo sé que me desangro delante del espejo
que me muero de miedo dentro del espejo
y me insulto a solas en mi cuarto
y me voy desnudando hasta los huesos
YO PIENSO EN TI
Yo pienso en ti, tú vives en mi mente
sola, fija, sin tregua, a toda hora,
aunque tal vez mi rostro indiferente
no deje reflejar sobre mi frente
la llama que en silencio me devora.
En mi lóbrega y yerta fantasía
brilla tu imagen apacible y pura
como el rayo de luz que el sol envía
a través de una bóveda sombría
al roto mármol de una sepultura.
Callado, inerte, en estupor profundo
mi corazón se embarga y se enajena,
y allá en su centro vibra moribundo
cuando entre el vano estrépito del mundo
la melodía de tu nombre suena.
Sin lucha, sin afán y sin lamento,
sin agitsrme en ciego frenesí,
sin proferir un solo, un leve acento,
las largas horas de la noche cuento
y pienso en ti.

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